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ARTE, CRISIS Y POLÍTICA

Teatro contra los recortes

vendredi 22 mars 2013   |   Blanca Doménech
Lecture .

A raíz de los recortes del gasto público llevados a cabo por el gobierno conservador del Reino Unido en octubre de 2010, surgió en Londres, entre los profesionales de las artes escénicas, el proyecto Theatre Uncut. Un grupo de artistas decidió manifestar su negativa a los recortes neoliberales. Dramaturgos destacados reunieron diversos textos breves y los pusieron a disposición de los usuarios de manera gratuita, para que quien quisiera pudiera representar estas obras cortas en teatros, escuelas, plazas o calles. El éxito fue inmediato. Ahora Theatre Uncut ha llegado a España.

El nacimiento del teatro, arte político por naturaleza, está en conexión con la democracia, como un lugar que convoca a la sociedad para analizar y debatir cuestiones fuertemente vinculadas con la realidad del momento. Desde la Grecia clásica, su evolución a lo largo de la historia siempre ha tenido –en mayor o menor medida– una estrecha relación con los cambios de la sociedad, como elemento transformador de conciencias y como arte colectivo. El proyecto inglés Theatre Uncut (teatro contra los recortes) puede ser considerado como una de las primeras respuestas en firme que da el teatro a los problemas políticos por los que atraviesa la sociedad contemporánea, a la crisis de la eurozona y a las medidas de austeridad que se están aplicando en muchas partes del mundo. Proyecto cuya estructura responde y tiene sentido en función de los nuevos mecanismos organizativos de la era Internet.

La historia de Theatre Uncut se remonta a octubre de 2010 cuando, a raíz del anuncio de los brutales recortes del gasto público llevados a cabo por el gobierno de David Cameron en el Reino Unido (1), un grupo de profesionales de las artes escénicas decidieron dar respuesta a una situación que ya se perfilaba como alarmante. Capitaneado por su directora artística Hannah Price, el movimiento solicitó a algunos de los dramaturgos más destacados de Reino Unido (2) que escribieran obras breves en respuesta a la situación política por la que atravesaba el país. Estos textos podían ser llevados a escena durante una semana de forma totalmente gratuita, ya que los escritores cedieron los derechos de autor durante ese periodo de tiempo. En marzo de 2011, lanzaron una recopilación de ocho obras de teatro que podían ser solicitadas por cualquiera desde su página Web (http://www.theatreuncut.com), invitando a los profesionales del teatro a realizar puestas en escena y lecturas dramatizadas. Salas, escuelas, centros comunitarios, pubs, universidades, bibliotecas… De acuerdo con el lema del proyecto : “en cualquier lugar y en todas partes”. Entre el 13 y el 19 de marzo de 2011, 75 grupos de todo el Reino Unido asumieron el reto de poner en escena los textos. Más de ochocientos profesionales participaron en él, alcanzando en total una audiencia de más de 3.000 espectadores. El proyecto trascendió el Reino Unido, realizándose representaciones en ciudades como Nueva York, Chicago, Berlín y Dublín.

Tras las masivas manifestaciones y la agitación social producidas a lo largo de los años 2011 y 2012 en muchas partes del mundo, Theatre Uncut consideró que había voces fuera del Reino Unido que debían ser escuchadas. Y comenzó a gestarse la segunda edición del programa, con la codirección artística de Hannah Price y Emma Callander. La edición de 2012 incluyó escritores de algunos de los países que actualmente viven situaciones políticas complejas y sirven de reflejo de una conflictividad global. Trece dramaturgos de seis países (Siria, Grecia, España, Islandia, Estados Unidos y Reino Unido) fueron convocados para dar respuesta a la situación política por la que atraviesan sus respectivos países. De la misma manera que en la edición de 2011, se convocó a escala mundial una semana de acción internacional del 12 al 18 de noviembre de 2012 (3), realizándose lecturas dramatizadas y representaciones en 17 países de cuatro continentes.

En España, por motivos obvios, el proyecto fue muy bien acogido (consúltese : http://www.culturacontralamentira.com/uncut-theatre-espana/). El Nuevo Teatro Fronterizo, la Sala Cuarta Pared, la Red de Teatros Alternativos en Madrid, y la Sala Beckett desde Barcelona, fueron los promotores y organizadores. Los trece textos fueron traducidos al castellano y al catalán, realizándose múltiples puestas en escena en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Santiago de Compostela, Valencia, Gran Canaria y Badajoz. La propuesta también llegó a otros centros de habla hispánica en el extranjero, como la ‘Librería española’ de Munich o el ‘Teatro hacia el Márgen’ en México. Esta enorme repercusión ha sido impulsada por las nuevas redes sociales. ¿Cómo si no mover, en cuestión de semanas, a miles de profesionales y ciudadanos ? Este proyecto es, sin duda, pariente de movilizaciones sociales nunca antes conocidas.

El conjunto de obras trata de realizar la radiografía de una problemática global, con vocación de impulsar el debate, la reflexión y el pensamiento crítico. Los textos abren un amplio abanico temático, reflejando problemas propios de cada país pero también en relación con los demás. Con muy diferentes enfoques estéticos y tratamientos dramáticos, los trece textos plantean cuestiones vitales para el debate y la apertura de la conversación. Columna, de la dramaturga inglesa Clara Brennan, propone una reflexión sobre el verdadero peligro que conlleva el cierre de las bibliotecas y la digitalización de las ediciones impresas. El Precio, de la griega Lena Kitsopoulou, es una sátira surrealista que refleja un mundo en el que todo, absolutamente todo, tiene un valor económico. Dalgety, de David Greig, se mueve en el terreno de las ideas –con un interesante planteamiento dramático– para presentar una mentalidad que rechaza el desnudo y la naturalidad del hombre. Además, se tratan otros temas como los suicidios, los movimientos de protesta ciudadana, la reforma laboral o la violencia de las palabras en una sociedad que las utiliza como medio de manipulación. (4)

Pese a la búsqueda del debate, ¿podrían ser considerados estos textos como panfletarios ? En cierto sentido sí. Un buen texto dramático ha de tratar de mostrar las situaciones en toda su complejidad, abriendo un abanico de perspectivas y posibilidades. Esto es, buscar las razones y heridas de todos los personajes, donde no hay buenos ni malos, sino seres humanos en situaciones complejas. Igual que en la propia vida nos planteamos : ¿hasta qué punto comprender ? Hay momentos históricos en los que no es posible comprenderlo todo : situaciones de urgencia.

Conviene destacar tres aspectos fundamentales de Theatre Uncut que están, de un modo u otro, relacionados con los nuevos movimientos de acción social. En primer lugar, el proyecto apunta a la necesidad de encontrar nuevos espacios teatrales. Una llamada a la ocupación de terrenos públicos donde el teatro desarrolle en ellos su función asamblearia.

En España, algunas de las propuestas más originales de Theatre Uncut se apropiaron de lugares no habituales para el teatro. La compañía Corrales de Comedias, compañía afincada en Almagro (Ciudad Real) y especializada en teatro del Siglo de Oro (http://www.corraldecomedias.com) movilizó a un grupo de participación, organizando un recorrido completo de un día, situando las representaciones en espacios de la ciudad : la estación de tren, la plaza, un bar y algunas de las calles más transitadas.

En Madrid, la directora Pilar Massa llevó a cabo la puesta en escena de un texto de Neil LaBute, In the Beginning (Al comienzo) en un garaje de la capital. El Rama Teatro organizó, frente al Ministerio de Justicia, también en Madrid, la puesta en escena de La Rubia de Hayley Squires (Reino Unido) que cuenta cómo el líder de un partido es llevado a juicio por delitos contra la humanidad (5). En muchos otros lugares del mundo –puertos, playas, mercados, escuelas, centros de trabajo, recepciones de hoteles, cafés, centros culturales, camiones, o residencias de ancianos– se realizaron lecturas y puestas en escena.

La segunda cuestión está en relación con la creación dramática, incentivando a los dramaturgos a experimentar nuevas formas más audaces de provocar, discutir y fomentar la acción positiva. Es, así mismo, un intento de contribuir a la riqueza del teatro político, estimulando la creación de nuevo material dramático y realizando una labor de difusión de autores actuales.

Y en tercer lugar, destacar uno de los puntos más conflictivos del proyecto : su gratuidad. Todos los profesionales involucrados en él han trabajado sin remuneración económica, motivados por un sentimiento de empatía en su necesidad de alzar la voz. Sin embargo, el carácter solidario encierra también algunos dilemas. El sistema actual, y en especial las políticas conservadoras, se dirigen hacia un modelo de cultura privatizada, como parte de una estrategia deliberada por la cual se pretende abaratar la cultura y, cuando ya esté absolutamente devaluada, venderla al sector privado. Podría ser peligroso ante la sociedad, pese a estar amparado por un sentimiento de protesta, hacer teatro a cambio de nada.

En este sentido, hay que subrayar algo que no deja de llamar la atención. Para los profesionales del Reino Unido, el hecho de ceder los derechos de un texto para la representación durante una semana es algo insólito y hasta original. En la España actual, un autor teatral prácticamente ha de mendigar para que su obra se ponga en escena e incluso pagar por ello. Aquí, ceder los derechos de autor durante una semana no significa nada. Es lo más corriente.

El Reino Unido mantiene una tradición teatral fuerte y comprometida. Valora la aportación de dramaturgos contemporáneos y de material nuevo. Su dramaturgia responde a la realidad social del momento. Esto no ocurre actualmente en España, donde el teatro significa poco. Una mayoría de la sociedad no sólo no se interesa por él, sino que lo rehúye con descaro. 

Algo que, según las palabras de Federico García Lorca, es sintomático : “El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza y su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo ; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera”. (6)

La llegada de Theatre Uncut a España no ha de ser considerada sólo por lo que el proyecto es en sí mismo, sino por todo lo que nos puede alentar e inspirar. Ahora más que nunca, los profesionales del teatro debemos asumir la naturaleza colectiva y social de nuestro arte, con un compromiso de colaboración entre teatros, creadores, instituciones, colectivos culturales y otras disciplinas.

Es momento de trabajar juntos. Concluyamos, pues, con García Lorca : “A veces, cuando veo lo que pasa en el mundo, me pregunto : “¿Para qué escribo ?” Pero hay que trabajar, trabajar. Trabajar y ayudar al que lo merece. Trabajar aunque a veces piense uno que realiza un esfuerzo inútil. Trabajar como una forma de protesta. Porque el impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden : ¡Protesto ! ¡Protesto ! ¡Protesto !”. (7)

© LMD EN ESPAÑOL

(1) Se refiere a los despiadados recortes que el gobierno británico encabezado por el conservador David Cameron estaba ya aplicando a los derechos civiles y laborales.

(2) Clara Brennan, David Greig, Dennis Kelly, Lucy Kirkwood, Anders Lustgarten, Lucy Lomas, Mark Ravenhill y Jack Thorne fueron los escritores que formaron el grupo Theatre Uncut 2011.

(3) El proyecto fue acogido por el Young Vic Theatre, de Londres, que puso en escena estas obras breves durante la semana de acción internacional.

(4) Los autores que forman el grupo internacional 2012 son : Mohammad Al Attar (Siria), Clara Brennan (Reino Unido), Marco Canale (España), Blanca Doménech (España), Kieran Hurley (Reino Unido) David Greig (Reino Unido), Lena Kitsopoulou (Grecia), Neil LaBute (USA), Anders Lustgarten (Reino Unido),Stef Smith (Reino Unido), Andri Snaer Magnuson y Thorleifur Örn Arnarsson (Islandia), Hayley Squires (Reino Unido) y Helena Tornero (España).

(5) Léase, Rocío Huerta “Teatro ‘uncut’ : Sin recortes, en cualquier lugar y en todas partes”, El País, Madrid, 6 de diciembre de 2012.

(6) Cuadernos Centro Dramático Nacional. Lorca, Madrid, Centro Dramático Nacional, 1986, p. 23

(7) Ibid, p. 228

 





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