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UNA CONSECUENCIA DE LA CRISIS ECONÓMICA

¿Fin de la inmigración marroquí en España ?

lundi 8 juin 2009   |   El Houssine Majdoubi
Lecture .

La inmigración es uno de los sectores más afectados por la actual crisis económica mundial. Los países en vías de desarrollo, cuyo PIB depende en alto grado de las transferencias de dinero de sus ciudadanos que trabajan en el extranjero, han empezado a sufrir las consecuencias. Marruecos es uno de esos países, incluso se puede hablar del final de la era de la emigración marroquí principalmente a Europa, como consecuencia de la violenta crisis que sufre el Viejo Continente. Un final que podría causar dramáticos problemas económicos y sociales en Marruecos.

La inmigración marroquí al Viejo Continente empezó pocos años después del final de la Segunda Guerra Mundial, pero de forma intensa a principios de los años 1960 cuando la economía europea de ciertos países –Francia, Alemania, Bélgica, Holanda– necesitaba mano de obra para sectores como la industria del automóvil y la construcción entre otros. A partir de mediados de los años 1960, los emigrantes marroquíes que llegaron a Europa empezaron a enviar dinero a sus familias. Las sumas transferidas apenas alcanzaban unas decenas de millones de euros, pero eran de notable importancia para la economía de un país pobre que acababa de salir (en 1956) de medio siglo de colonización hispano-francesa. Desde entonces, el peso de esas remesas se hizo notar en la economía marroquí. Las autoridades encontraron en los envíos de dinero una nueva fuente de divisas europeas para corregir el déficit comercial con el exterior.

Tres países fueron el destino principal de los marroquíes : Francia, Holanda y Bélgica, posteriormente y en menor grado Alemania. Y a partir de los años 1980, España se convirtió en el nuevo y principal destino junto a Italia. Aunque también existen otros destinos como Estados del Golfo Pérsico, Libia, Estados Unidos y Canadá. Resulta que en medio siglo, cerca de cuatro millones de marroquíes se han instalado en el extranjero, es decir el 13% de la población (1)… Y esta emigración ha sido, a lo largo de los últimos cincuenta años, un factor de extrema importancia para Marruecos, social, política y económicamente.

La emigración marroquí ha contribuido enormemente a la estabilidad de su propio país, de modo que cuatro millones de marroquíes en el extranjero son casi los habitantes de Casablanca o de la Península Tingitana (Tánger-Tetuán-Larache). En otras palabras, las autoridades de Marruecos dejaron de preocuparse por el trabajo, la sanidad, la enseñanza de cerca cuatro millones de sus ciudadanos, e incluso estos cuatro millones se convirtieron en una fuente de ingreso de divisas extranjeras.

Sin embargo, la actual crisis económica mundial afecta a los países que constituyen el destino principal de los emigrantes marroquíes como Francia o España. Y eso anuncia el fin de un ciclo migratorio para los marroquíes. La economía de los países europeos ya no puede absorber más inmigrantes. Al contrario, los Estados de la Unión Europea están endureciendo sus leyes de extranjería para poner fin a la inmigración, todos animan a los inmigrantes a retornar a sus países. El Gobierno conservador de Silvio Berlusconi aprobó el pasado 14 de mayo un paquete de medidas contra la inmigración ilegal ; y su ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, ha pedido a la Unión Europea que convoque una Cumbre especial sobre la inmigración. La norma que ha generado más controversia es la que establece un delito de “inmigración y estancia clandestinas”, reprimido con una multa de entre 5.000 y 10.000 euros y posibilita la denuncia ante los tribunales de inmigrantes en situación irregular. Asimismo, impone a los extranjeros el pago de entre 80 y 200 euros si quieren obtener el permiso de residencia y de 200 euros para obtener la ciudadanía. Amplía, además, de dos a seis meses la retención de los inmigrantes en los centros de identificación y de acogida. “Cerramos las puertas y sólo las volveremos a abrir para los que vienen a trabajar e integrarse”, resumió Silvio Berlusconi. Según el jefe del Gobierno italiano, un 76% de los italianos apoya la posición de su Ejecutivo.

España también ha anunciado un cambio de su ley de extranjería para los próximos meses. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ya prometió en su discurso de investidura, el 8 de abril de 2008, un programa de retorno voluntario de los inmigrantes. Y el ministro español de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dio más detalles en los meses posteriores (2).

Mohamed El Moueden, periodista y analista del diario marroquí Al- Jarida al-Ula, subraya que los términos utilizados por la prensa en España y Europa actualmente han cambiado. Ya no se habla de la “invasión”, de “pateras” o de “integración” sino del “fin de la inmigración”, del “retorno voluntario” y de otros términos y conceptos generados por la actual crisis económica (3).

La mayoría de los marroquíes en España trabajan principalmente en cuatro sectores : la construcción, la agricultura, los servicios domésticos y los autónomos con negocios de locutorios, restaurantes y tiendas de artesanía, entre otras cosas. El primer sector, la construcción, que garantizó un trabajo permanente durante los diez últimos años a decenas de miles de marroquíes ya no es la mina de oro que fue. La mayoría de los trabajadores marroquíes están en el paro, basta con visitar las cafeterías de la comunidad marroquí en Madrid, Barcelona o Granada, antes desiertas durante el día, para constatar, en los últimos meses, que están repletas mañana, tarde y noche. Es una forma fácil de constatar y entender el paro agudo que sufren los marroquíes.

En el pasado, los inmigrantes te-nían el trabajo garantizado en el campo, ahora y ante la crisis, los españoles han vuelto a trabajar en la agricultura y la mayoría de los inmigrantes, entre ellos los marroquíes, pasan a engrosar las filas del paro. Una visita a los invernaderos en Almería, Murcia o los campos de fresa en Huelva pone en evidencia el regreso de los españoles al campo para trabajar.

Lo que ocurre en España, también se produce en Francia donde la comunidad marroquí es más antigua. El semanario marroquí Alayam dibujó una situación alarmante en un reportaje publicado a mediados de marzo pasado (4), confirmando que el paro en el seno de la inmigración marroquí amenaza la estabilidad de esta comunidad. La comunidad marroquí, junto con la turca, es la más numerosa en Europa en comparación con otras comunidades, por eso también es la que más sufre por la actual crisis económica.

En España, decenas de miles de marroquíes están en situación ilegal o lo estarán dentro de poco. La nueva ley de extranjería exige, como requisito para renovar la tarjeta de residencia y de trabajo, un contrato de trabajo en vigor y el pago de la seguridad social.

Al estar en el paro y ante la imposibilidad de obtener un trabajo con contrato, muchos marroquíes han perdido la tarjeta de residencia y han vuelto a vivir una situación de precariedad semejante a la situación que sufrió gran parte de ellos al llegar a España de forma clandestina, en general a bordo de pateras.

Otro aspecto clave que anuncia el fin de la inmigración marroquí hacia Europa es la desaparición casi total del fenómeno de las pateras desde Marruecos a las costas españolas. Desde mediados de los años 1990 y hasta el 2005, los detenidos de nacionalidad marroquí por la Guardia Civil en las costas de Andalucía y Canarias era de cerca de 15.000 al año, y se supone que más del doble lograron escapar a los controles. En 2008, apenas mil marroquíes fueron detenidos, la mayoría en Canarias, y en la que va de este año 2009 tan sólo se ha registrado la llegada de cuatro pateras (5).

Otro factor clave es el papel de los medios de comunicación ; la prensa marroquí y también el canal de televisión de mayor influencia en el mundo árabe Al Jazeera abordan con frecuencia la crisis económica en Europa y el sufrimiento de los inmigrantes, sobre todo los del Magreb. Este nuevo discurso informativo ejerce un impacto sobre los jóvenes cada vez conscientes que el “Eldorado europeo” pertenece al pasado.

De ese modo, la actual crisis económica mundial está teniendo amplia repercusión en Marruecos y causando graves problemas. Por una parte, los jóvenes ya no pueden inmigrar, esa válvula de escape se ha cerrado y por lo tanto la tensión social se acentuará sin duda. Los que no ya no salen exigen ahora un trabajo en el país ; y el mercado del trabajo en Marruecos no puede satisfacer esta necesidad (6).

Por otra parte, y debido al paro que azota a los inmigrantes marroquíes en Europa, las remesas han empezado a desplomarse. Íñigo Moré, director de www.remesas.org cree que Marruecos será uno de los países más afectados y confirma que las remesas desde España al extranjero cayeron un 7% en 2008 en comparación con 2007. Un estudio de la agencia Standard and Poor’s, publicado a finales de marzo de 2009, señala que las remesas disminuirán entre el 5% y el 10% durante el 2009. Sin embargo, estas previsiones se quedan cortas porque el estudio fue hecho a principios de 2009, cuando los expertos predecían que la recuperación económica podría producirse a finales de este año, pero los nuevos estudios demuestran que la recuperación tardará aún más (7). Otro dato que Standard and Poor’s no tuvo en cuenta : la tasa del paro en el seno de los inmigrantes es el doble y a veces el triple de la de la población del país de acogida. La caída de las remesas tendrá un doloroso impacto sobre la economía marroquí. No hay que olvidar que las remesas representan cerca del 10% del PIB del Marruecos.

En suma, la emigración marroquí hacia Europa, factor de estabilidad social y económica para Marruecos en los últimos cincuenta años, ha llegado a su fin. Para Marruecos, los problemas sociales, ya de por sí dramáticos, se agudizan a partir de ahora. 

© lmd edición en español

 

Notas :

(1) En comparación, es como si 5,5 millones de españoles se hallasen en el extranjero ; cuando, en realidad, el 1 de enero de 2009, había apenas 1,47 millones de españoles en el extranjero, es decir el 2,8% de la población española.

(2) Sin embargo, se nota que los inmigrantes rechazaron este plan, en el caso de los marroquíes una encuesta de la asociación de trabajadores e inmigrantes marroquíes ha desvelado que más del 95% de los marroquíes rechazan este plan y los que quieren retornar exigen mejores condiciones.

(3) Mohamed El Mouden, “Nuevo discurso de la inmigración”, Al-Jarida al-Ula, Casablanca, 10 de abril de 2009.

(4) Léase el artículo de Mohamed Saedouni, Al Ayam, Casablanca, n° 386.

(5) Hay que diferenciar las pateras que zarpan de Marruecos de los cayucos que zarpan de Mauritania o de Senegal.

(6) Marruecos ocupa el puesto 126 en el ranking mundial del desarrollo humano y sufre un retraso en todos los sectores esenciales ; el país es incapaz de proponer trabajo a un centenar de diplomados (doctores) que cada día suelen manifestarse ante el Parlamento en Rabat.

(7) Léase el informe del Fondo Monetario Internacional presentado el 16 de abril 2009.





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