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Mayo del 68, una pop-revolución

Domingo 25 de mayo de 2008   |   Ignacio Ramonet
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Article publié dans Publico le 18 mai 2008

En aquel reguero de protestas que marcaron el año 1968 hay algo de enigma historico. Ya habia ocurrido en 1848. Por distintas causas, en varios paises de Europa estallaron entonces una serie de revoluciones sin relacion aparente entre si. Pero Carlos Marx demostro que tan dispares motines se ajustaban a un esquema comun, y lo califico de "primavera de los pueblos".

¿ Qué poseen en comun las revueltas del 68 ? ¿ Por qué, al mismo tiempo, se producen en sitios tan alejados como California, Tokyo, Inglaterra, Alemania, Polonia, Italia, Uruguay, Paris, España, Praga y Mexico ? ¿Por qué, como simbolo de una protesta universal, solo ha quedado el "mayo francés"?

Con la lucidez que otorgan los cuatro decenios transcurridos, se puede afirmar que en aquel año 1968 entra en escena una categoria social hasta entonces desprovista de estatuto politico : la juventud. Igual que en la segunda mitad del siglo XIX se invento la infancia, y que en el periodo 1880-1920 se concibio la adolescencia, en los años 1960 se creo lo que llamamos juventud. O sea una categoria social de contorno impreciso cuyos miembros tienen una edad correspondiente al periodo que va del fin de la adolescencia hasta la entrada en la vida activa. Y que coincide, en nuestros paises, con los años de estudios superiores.

Los estudiantes eran antes unos señoritos. Existian como coartada (para la reproduccion de la clase dominante) pero no como verdadera categoria social capaz de influir en la politica. Eso cambia despues de la Segunda guerra mundial. Se produce una masificacion de la enseñanza superior. Y tremendos atascos a la entrada de las escasas universidades existentes. Surgen entonces dos causas comunes de malestar.

La primera tiene que ver con el estatuto del estudiante y la degradacion de sus condiciones materiales de estudios. La segunda corresponde a su inscripcion social y a la toma de conciencia de que lo que se le enseña sirve para reproducir el sistema de alienacion y de dominacion de clase que oprime a sus propios padres. Esa doble constatacion - profesional y politica - es la yesca que, una vez encendida, hara estallar la furia del estudiantado.

Hay que recordar que, gracias a la generalizacion del cine en color, del transistor y del tocadiscos, la cultura de masas vive entonces su gran esplendor. Y lleva ya mas de un decenio difundiendo la figura del "joven rebelde". Desde peliculas de gran exito como Salvaje, con Marlon Brando, o Rebelde sin causa, con James Dean. Hasta canciones-protesta de Joan Baez o Bob Dylan (en España, Raimon) y de cantantes miticos como Elvis Presley, los Beatles, los Rolling Stones o Jimi Hendrix.

La gran crisis internacional de aquella época es la guerra de Vietnam. En 1968, Estados Unidos lleva ya seis años en ese lodazal donde mas de medio millon de sus jovenes soldados combaten, con unas pérdidas que sobrepasan los quinientos muertos por mes. Un conflicto muy impopular. Sobre todo en los campus universitarios donde, desde 1964, los estudiantes de izquierda vienen organizando monumentales manifestaciones con un inusitado eco internacional.

En América latina, Ernesto Che Guevara, en plena lucha internacionalista en tierras bolivianas, en su "Mensaje a la Tricontinental" de abril 1967 (antes de ser asesinado en octubre de ese mismo año), lanza su célebre consigna : "Crear dos, tres... muchos Vietnam." Y las protestas de los estudiantes latinoamericanos se generalizan contra el imperialismo estadounidense. Aqui el compromiso es directamente politico. Y muchos estudiantes, en Argentina, en Venezuela, en Uruguay optan por la lucha armada y sus riesgos. Violeta Parra les canta : "Me gustan los estudiantes / porque son la levadura / del pan que saldrá del horno / con toda su sabrosura, / para la boca del pobre / que come con amargura. / Caramba y zamba la cosa / ¡viva la literatura!"

En cambio en Francia, la revuelta de los estudiantes en mayo del 68 no es tanto una rebelión política sino, sobre todo, una revolución cultural. Presenta apariencias políticas: jerga revolucionaria, consignas subversivas, barricadas, enfrentamientos con la policia, exhibición de iconos insurrectos (Lenin, Mao, Ho Chi Minh, Che Guevara). Pero en ningun momento los estudiantes se proponen seriamente la toma del poder, modo principal de llevar a cabo una revolucion politica, de modificar las estructuras de la propiedad y de cambiar la relaciones de dominacion. El sibaritismo prevalece como lo muestra el eslogan : "La revolucion cesa a partir del momento en que hay que sacrificarse por ella."

Impregnados de marxismo, y mas aun de freudismo, de surrealismo, de situacionismo y de espiritu libertario, nutridos de publicidad y adictos a la cultura de masas, los jovenes insurgentes franceses elaboran en caliente ("en vivo" diria la television) lo que podriamos llamar una pop-revolucion (por alusion al pop-art). Esa creatividad, y el hedonismo que la impregna, es lo que les vale la simpatia universal.

Ponen en crisis la autoridad, y todos los sistemas jerarquicos verticales : familia, escuela, Iglesia, Ejercito, partido, fabrica, empresa. Ninguna de esas instituciones sera ya nunca igual (piensese en la descompostura del Partido comunista). Despejan nuevos territorios, desconocidos por la politica : feminismo, igualdad de géneros, liberacion homosexual, ecologia. Reclaman el derecho a la utopia ( "¡La imaginacion al poder!" ). Y anuncian (y denuncian) la inexorable tirania de la sociedad de consumo ( "Consumid mas, vivireis menos." ).

Mayo del 68 parecía responder al requerimiento de Marx de "transformar el mundo". En realidad respondio al postulado de Rimbaud de "cambiar la vida".





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