En tiempos de crisis, la reelección en la primera vuelta de un jefe de Estado que ya lleva dos mandatos no es algo muy corriente. La de Evo Morales, con el 61% de los votos, habría merecido, por lo tanto, destacarse más. Más porque su éxito electoral se da en un país, Bolivia, que vio desfilar a cinco presidentes entre 2001 y 2005, y que además presume de un descenso de la pobreza del 25%, un aumento del salario mínimo real del 87%, la reducción de la edad de jubilación (1) y un crecimiento superior al 5% anual, todo desde 2006. Dado que es importante, se nos dice, devolver el encanto a la política, ¿por qué no dar a conocer más estas buenas noticias ? ¿Será porque se explican por reformas progresistas y porque sus actores son regímenes de izquierdas ?
Discretos acerca de los logros de los Gobiernos latinoamericanos de izquierdas, los grandes medios de comunicación también lo son acerca de… los fracasos de los Gobiernos conservadores. Incluso en materia de seguridad. Este año, por ejemplo, cinco periodistas fueron asesinados en México, uno de ellos en directo el mes pasado durante una grabación en la radio. Atilano Román Tirado solía reclamar en antena la indemnización de ochocientas familias expropiadas por culpa de la construcción de una presa. Una combatividad fatal allí donde secuestros, torturas y asesinatos se han convertido en moneda corriente, en particular para aquellos que ponen en tela de juicio un orden social corroído y mafioso.
Los días 26 y 27 de septiembre pasado, cuarenta y tres estudiantes en la ciudad de Iguala, en el Estado de Guerrero, a ciento treinta kilómetros de la Ciudad de México, protestaban contra ciertas reformas educativas de corte neoliberal promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto. Mientras se desplazaban en autobús, fueron interceptados por la policía local y llevados a un paradero desconocido. Después, fueron supuestamente entregados a un cartel de la droga, encargado de ejecutarlos y disimular sus restos en fosas clandestinas. En las últimas semanas, no han cesado de aparecer tumbas de este tipo, en ocasiones llenas de cuerpos mutilados o quemados. Buscados por la justicia, el alcalde, su mujer y el Director de Seguridad Pública de Iguala se han dado a la fuga.
Desde que abrió el sector energético a las multinacionales (2), Peña Nieto es lisonjeado por la prensa económica (3). Francia le ha entregado la Gran Cruz de la Legión de Honor. ¿Será interpelado algún día por sus admiradores acerca de la casi impunidad de la que gozan en su país las fuerzas policiales y los funcionarios corruptos ? Pero los grandes diarios occidentales, los intelectuales mediáticos, Washington, Madrid y París quizás no saben qué preguntas hacerle al presidente mexicano. Que imaginen entonces las que se habrían disparado espontáneamente en sus mentes si la masacre de estudiantes hubiese ocurrido en Ecuador, Cuba o Venezuela. O en esta Bolivia de la que se comenta en voz baja que acaba de reelegir al presidente Morales.
NOTAS :
(1) Ha pasado de 60 a 58 años para los hombres y de 60 a 55 años para las mujeres que tengan tres hijos o más.
(2) Véase John Mill Ackerman, “El gobierno de México ha privatizado su petróleo”, Atlas de los conflictos de la energía, Le Monde diplomatique en español/Fundación Mondiplo, 2014.
(3) El 28 de junio de 2013, un suplemento de Financial Times llevaba como título : “El tigre azteca empieza a afilar sus garras”. Esta operación de afilado había concluido aparentemente el 16 de diciembre siguiente, ya que The Wall Street Journal saludó entonces, en un editorial, “El modelo mexicano”.