La primera lectura de los resultados parciales ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en Venezuela ofrece los resultados esperados. El chavismo ganó la mayoría de las alcaldías del país bronco, allá donde la mano del Estado lo es casi todo, pero ha perdido en las principales capitales de estado de Venezuela a manos de la oposición, donde la resistencia es mucho mayor.
La alegría opositora, sin embargo, ha sufrido un duro revés en la sumatoria total de los votos. Con el 97,52% de los votos escrutados el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela obtuvo 5.111.336 votos en todo el país (un 49,24%) versus 4.435.097 sufragios (un 42,72%) sacados por la opositora Mesa de la Unidad, la alianza de partidos de la oposición, que, a diferencia de sus contendores, se presentó sin las tarjetas de los partidos que la forman.
Con algo más del 2,5% por contabilizar el gobierno amplía la ventaja obtenida el pasado abril por Nicolás Maduro -de apenas 1,49%- a 6,52%. Esa diferencia, aunque sigue siendo más pequeña que las obtenidas por Hugo Chávez en su momento como candidato presidencial, detiene de momento el impulso que traía la oposición para solicitar un referéndum revocatorio de Maduro cumplidos los tres años de mandato en 2016. “Ellos dijeron que esto era ganaban en votos yo tenía que renunciar. Que esto era un plebiscito ¿Qué hará la cúpula de la MUD ante la cuarta derrota en 14 meses ?”, se preguntó Maduro al analizar los resultados en un mitin ante sus parciales.
Maduro hizo un símil con la suerte vivida por el ex entrenador de la selección de Venezuela, César Farías, quien luego de no clasificar al equipo nacional al Mundial de Brasil ha sido contratado para dirigir a los Xolos de Tijuana de la primera división mexicana. “Yo creo que hay que ver si mandamos a Ramón Guillermo Aveledo a Tijuana”, dijo Maduro.
En virtud de esos resultados el jefe del Estado ha prometido profundizar en los próximos días lo que ha dado en llamar “ofensiva económica”, la requisa y venta a precios de remate de mercancías que inició hace un mes en las tiendas de electrodomésticos. Todo esto es parte de un plan más ambicioso que pretende regular los precios de todos los bienes y servicios comercializados en el país. A juzgar por los resultados parece claro que lo que anticiparon varios encuestadores se ha cumplido : la decisión de regular los precios ha tenido efectos concretos en las votaciones de las elecciones municipales.
Esa es una de las maneras de leer el resultado de este domingo. La otra es por la importancia de las capitales conquistadas. Allí la oposición gana. De los 24 capitales de Estado, el oficialismo obtuvo quince, pero las otras nueve, incluyendo Maracaibo, Valencia y Barquisimeto, tres de las cuatro ciudades más importantes del país, están en manos de la oposición. Quizás el golpe más duro para el gobierno fue perder la alcaldía de Barinas, el estado natal de Hugo Chávez, a manos del abanderado opositor José Luis Machín. Fue una victoria estrecha –Machín obtuvo 50,45%- como la mayoría de las obtenidas por los ganadores de ambos bandos. Sólo en cuatro casos los ganadores superaron el 60%. La oposición repitió en la alcaldía metropolitana de Caracas con Antonio Ledezma, pero ese cargo es casi un cascarón vacío. Cuando ganó por primera vez en 2008 Hugo Chávez decidió nombrar a una jefa del gobierno del Distrito Capital, el área de competencia de Ledezma, y redujo su margen de maniobra.
El líder opositor Henrique Capriles Radonski resaltó la participación del electorado en comicios de este tipo. De acuerdo con las cifras divulgadas este domingo votó el 58,92% de los venezolanos inscritos en el Registro Electoral, un número que supera lo marcado en elecciones municipales anteriores. El gobernador quiso leer los resultados restando importancia a los trofeos obtenidos por la oposición. “Este país no tiene dueño. Ni el oficialismo ni la oposición. Tenemos un país dividido. Este país clama por un diálogo”, dijo.
Maduro ha lanzado una apuesta en esa dirección referida por Capriles para todas las autoridades electas esta noche. La semana pasada la mayoría chavista en la Asamblea Nacional aprobó como ley el llamado Plan de la Patria, el programa de gobierno escrito por Hugo Chávez para su tercer período de gobierno. El Presidente pretende convocar al diálogo a sus partidarios y detractores sobre la base de los objetivos descritos en ese proyecto. La oposición está en el dilema de aceptar o no ese llamado. En cualquier caso, y más allá de los costos políticos asociados a cualquiera de las decisiones, Maduro tiene la iniciativa y está en control de la situación. De momento parece haber quedado lejos el tambaleante inicio de su gestión.
El primer boletín del CNE dio resultados irreversibles en 257 de los 337 municipios en disputa. A falta de resultados en 86 alcaldías, el Gobierno obtuvo 196 y la oposición 53. Otras ocho están en manos de independientes. El gobierno controlaba antes de estos comicios 84% de las alcaldías. Se espera que este lunes se ofrezcan nuevos resultados para completar el nuevo mapa político de Venezuela.
La jornada terminó empañada por dos muertes de militantes chavistas ocurridas en el estado Aragua, en el centro del país. El gobernador de esa provincia Tarek El Aissami dio a conocer las identidades de ambos –Ricardo Benítez (26 años) y Bárbara Aguirre (19 años)- pero no dio detalles de las circunstancias su fallecimiento. En líneas generales el proceso transcurrió en paz. El ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, reportó 141 delitos electorales, un porcentaje ínfimo cuando se le compara con las más de 19 millones de personas autorizadas para votar.